¿Por qué las auditorías de género son el catalizador para integrar la perspectiva de género en las organizaciones?

Ante los grandes retos que enfrentan hoy en día las organizaciones para gestionar la diversidad de su capital humano desde un nuevo estilo de liderazgo que permita potencializar la complementariedad y la inclusión, es clave transversalizar la perspectiva de género.

Un primer paso que permita trazar una ruta estratégica hacia ello, definitivamente es una auditoría de género.

Primero que nada, ¿qué es una auditoría de género?

Es una herramienta para evaluar y revisar la institucionalización de la perspectiva de género en las organizaciones, incluyendo sus políticas, programas, proyectos y/o prestación de servicios, estructuras, procedimientos y presupuestos. 

¿Cuál es el propósito de las auditorías de género?

Las auditorías de género permiten cambiar aspectos de la cultura organizacional que son discriminatorios hacia las personas, incluyendo al personal, clientela, personas beneficiarias y actores de interés.

Promueven el aprendizaje institucional sobre cómo incorporar efectivamente la transversalización de la perspectiva de género, ayudan a las organizaciones a identificar y comprender los patrones de género dentro de su composición, estructuras, procesos, cultura organizacional y gestión de recursos humanos, y en el diseño y distribución de políticas y servicios. 

También sirven para evaluar el impacto del desempeño organizacional y su gestión en la igualdad de género dentro de la organización.

Igualmente, las auditorías de género establecen un punto de partida con el cual se puede medir el progreso a lo largo del tiempo, identificando brechas y retos de género críticos, haciendo recomendaciones sobre cómo se pueden abordar a través de mejoras e innovaciones. 

A través de las auditorías de género:

  • Se fortalece la capacidad colectiva de una organización para analizar sus actividades desde una perspectiva de género y determinar los puntos fuertes y deficiencias a la hora de promover temas relacionados con la igualdad de género
  • Se ayuda a construir un sentido de pertenencia en la organización con respecto a las iniciativas en busca de la igualdad de género, y 
  • Se agudiza el aprendizaje institucional en materia de género mediante un proceso de consolidación del espíritu de equipo, el intercambio de información y la reflexión. 

A pesar de que no existe un enfoque estándar, las organizaciones internacionales utilizan principalmente los enfoques de: auditoría participativa de género y el marco de integración de género. 

También existen auditorías de género internas y de tercera parte. Una auditoría interna de género monitorea y evalúa el progreso relativo logrado en la incorporación de la perspectiva de género, contribuye al desarrollo de capacidades y a la apropiación colectiva de la organización para las iniciativas de igualdad de género y agudiza el aprendizaje organizacional sobre género. Por otro lado, una auditoría externa evalúa en qué medida la integración de la perspectiva de género fomenta la inclusión y beneficia a las mujeres y los hombres relacionados con las políticas, programas, proyectos o servicios prestados por la organización, manteniendo objetividad durante todo el proceso. Se analiza en qué medida la perspectiva de género está integrada en los objetivos y prioridades de políticas de alto nivel y al ser externa asegura que no existan conflictos de interés.

La Auditoría Participativa de Género

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), una de las primeras organizaciones en llevar a cabo auditorías de género, define a la auditoría participativa de género como una herramienta y un proceso basado en una metodología participativa, cuyo objetivo es promover el aprendizaje organizacional sobre la transversalización práctica del género.

La auditoría participativa de género se diferencia de otros tipos de auditorías por su enfoque participativo en la programación e implementación de la auditoría.

Actualmente, Her Safe Place es la única empresa en México con equipo certificado en Auditorías Participativas de Género de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Referencias

Gender mainstreaming: Gender audit. EIGE, 2019. Obtenido de:

https://eige.europa.eu/publications/gender-mainstreaming-gender-audit

A Manual for the Gender Audit Facilitators, The ILO Participatory Gender Audit Methodology, 2nd Edition. OIT, 2012. Obtenido de:

https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—dgreports/—gender/documents/publication/wcms_187411.pdf

Falta perspectiva de género en el Presupuesto Federal 2022

Por Zuria Romero

En las últimas semanas, se ha conversado sobre la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022. 

En términos de género, encontramos el Anexo Transversal de Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, mejor conocido como el Anexo 13. Esta es una medida afirmativa que contiene programas y acciones estratégicas que contribuyen a avanzar hacia la igualdad sustantiva, por lo tanto, los recursos de éste, se asignan para proteger y garantizar los derechos de las mujeres. Este anexo fue creado en 2008 y ha mantenido un crecimiento constante.  

En el presupuesto del 2022, el Anexo 13 tiene asignados 232.4 mil millones de pesos, lo que representa un 75% más que lo aprobado para el 2021. Y equivale al 3.3% del gasto total. 

A pesar del incremento en el presupuesto del Anexo 13, gran parte de sus recursos son dirigidos a programas nombrados como prioritarios de esta administración, pero estos no cuentan con un diseño que impulse la igualdad de género. 

El 89.4% de los recursos destinados al Anexo, corresponden a doce de estos programas insignia de la administración, pero no queda claro cómo es que estos contribuyen en la promoción de la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, la erradicación de la violencia de género y la no discriminación. No se puede conocer la relevancia de la inclusión de estos en el Anexo, pues no existen padrones donde se desglose a las y los beneficiarios, ni evaluaciones que aseguren que los recursos realmente les llegan a las mujeres, o si estos contribuyen a reducir brechas de desigualdad y violencia por razones de género. 

Ahora, dentro de los programas del Anexo 13, se encuentran los que proveen o subsidian servicios de cuidados. Estos reducen la carga de trabajo no remunerado que realizan las mujeres y les permite acceder al mercado laboral. 

Por otro lado, de acuerdo con la Escala de Efectividad de Resultados de género, estos programas, son una acción de género negativa, ya que refuerza los estereotipos de género, promueven los roles tradicionales y siguen asignando las labores del cuidado como responsabilidad únicamente de las mujeres.

Los servicios de cuidados son fundamentales para el avance de las mujeres, pues este trabajo no remunerado mayormente recae en ellas, pero es indispensable que desde las políticas se evite caer en narrativas que refuercen los roles y estereotipos. Al contrario, se debe promover la corresponsabilidad parental y colectiva. 

El aumento en el Anexo 13 se debe principalmente a los programas de becas y pensiones, pero estos tienen las mismas reglas de operación para mujeres y hombres, por lo que no se consideran programas con perspectiva de género. De acuerdo con la Escala de Efectividad de Resultados de género, son una acción ciega al género, ya que invisibilizan e ignoran las necesidades diferenciadas de mujeres, hombres, niños y niñas; son una falsa neutralidad.

Hands of female entrepreneur working with bills and documents

Es claro que no sólo es suficiente asignar recursos al Anexo, sino que deben ser destinados a programas presupuestarios que desde su diseño y funcionamiento cuenten con perspectiva de género. 

Cerrar las brechas de género resulta benéfico para todas las personas. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la incorporación de mujeres en la fuerza laboral y el aumento de productividad que resulta por una mayor diversidad de género, producen un aumento del 35% al PIB. 

De ahí la importancia de aplicar la perspectiva de género, no sólo en el Anexo 13, sino en la totalidad del presupuesto.

Referencias:

El Anexo para la Igualdad entre Mujeres y Hombres en el PPEF 2022 es irrelevante. Mariana Campos y Xhail Balam, México Evalúa, 2021. Obtenido de: https://www.mexicoevalua.org/el-anexo-para-la-igualdad-entre-mujeres-y-hombres-en-el-ppef-2022-es-irrelevante/#_ftn5

Mujeres olvidadas en el presupuesto 2022. Fátima Masse, IMCO, 2021. Obtenido de: https://imco.org.mx/mujeres-olvidadas-en-el-presupuesto-2022

Presupuesto Federal para la igualdad entre mujeres y hombres. Fundar, 2021. Obtenido de: https://fundar.org.mx/pef2022/presupuesto-federal-para-la-igualdad-entre-mujeres-y-hombres/?fbclid=IwAR03MoOnTEXiE93Qnzk-AsXUyXAPQzcvZgprJHjb8kCF0lbgEN8hQYXKQLM

Programas y acciones etiquetadas en Anexo 13 deben contar con perspectiva de género. Fundar, 2021. Obtenido de: https://fundar.org.mx/programas-y-acciones-etiquetadas-en-anexo-13-deben-contar-con-perspectiva-de-genero/

Ciudades como Ambientes seguros con Perspectiva de Género

Por Agueda Gon

En el marco de los 16 días de activismo contra mujeres y niñas y y la Campaña ÚNETE del Secretario General de las Naciones Unidas, se llevó a cabo el evento virtual- Ciudad y territorio, elementos clave para contribuir a la eliminación de la violencia contra mujeres y niñas, organizado por SEDATU y ONU-Hábitat el 7 de diciembre de 2021.

En este evento compartimos la visión de Her Safe Place de cómo las ciudades pueden lograr ser ambientes seguros con perspectiva de género.

De inicio, es importante reconocer algunas premisas acerca de la violencia contra mujeres y niñas en relación a la ciudad: La violencia de género que afecta principalmente a niñas y niños es un problema colectivo que importa e impacta a todas las personas; la violencia de Género frena el desarrollo de los países, en un estudio del 2018 del Fondo Monetario Internacional mencionan que si lográramos cerrar la brecha de género a nivel mundial lograríamos un crecimiento del PIB del 35%; existe un ambiente de normalización de la violencia, lo podemos ver en los resultados del Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021 cuando los motivos por los cuales no se reportan o no se pide ayuda en algunas de las situaciones de violencia en el ámbito laboral o familiar, es porque lo consideran que no era nada relevante, por lo que por un lado la violencia esta normalizada por parte de las víctimas; los estereotipos de género están arraigados en nuestra cultura. Si partimos de este reconocimiento, se puede construir algo distinto a lo que tenemos hoy en nuestra realidad.

En cuestión de Planificación y gestión de la ciudad es importante remarcar algunas condiciones iniciales al buscar integrar la perspectiva de género en las ciudades.

  • La participación de las mujeres en la toma de decisiones es una condición inicial, desde la participación social para construir los instrumentos de desarrollo urbano hasta como tomadoras de decisiones en las autoridades municipales, la paridad de género en las primeras jerarquías es una condición inicial relevante para empezar a impulsar la integración de la perspectiva de género.
  • La perspectiva de género como enfoque no es exclusivo de un solo sexo, va más allá de integrar a las mujeres a que participen en los diferentes ámbitos de la vida pública. Es un enfoque que podemos adoptar tanto hombres como mujeres en el beneficio colectivo de la sociedad.
  • Poner al centro las personas y su relación con el territorio, si se logra liberar de sesgos la manera de escuchar y con ello conocer las experiencias diferenciadas que viven los diferentes grupos que conformamos la diversidad de personas que somos, entonces la relación de las personas y el territorio podremos concebir una manera distinta de gestionar el territorio.
  • Reconocer la complejidad de la problemática en la que interactúan elementos humanos, sociales, económicos, urbanos, entre otras muchas disciplinas.

Nuestro modelo Her Safe Place, fue creado a través de metodología de Primeros Principios, se basa en un enfoque sistémico que en su visión de planificar y gestionar la ciudad para lograr ambientes seguros con perspectiva de género logra abordar los diferentes elementos clave para ello y sus interacciones entre ellos.

Los elementos base son:

  • La seguridad como un elemento base, consideramos que la seguridad de mujeres y niñas es una es una línea base y condición mínima en cada ciudad.
  • Conocimientos situados como punto de partida, reconociendo que todo conocimiento adquirido, generado o producido lleva implícito nuestro contexto cultural, social, familiar, económico y político, lograremos tener apertura para movernos de nuestro punto de vista y construir conocimientos, aprendizajes, organizaciones y ambientes distintos que integre a la diversidad de personas que somos.
  • Somo un modelo de certificación que genera procesos pedagógicos en las organizaciones para lograr una transformación cultural.

Se tiene 3 grandes pilares que se concentran en:

  1. Hacedores de la política pública. Este pilar asegura que la administración pública municipal cuenta con las condiciones operativas, de lineamientos y de compromiso institucional acerca de la implementación, integración, comunicación y monitoreo continuo de la acciones relativas a lograr la transversalización de la perspectiva de género. Su objetivo es facilitar las condiciones de crecimiento y sustentabilidad de la cultura organizacional incluyente e igualitaria, ya que permite romper las brechas en las oportunidades de desarrollo de quienes hacen la política pública, que obstaculizan el aprovechamiento del potencial del capital humano.
    • Política institucional
    • Transversalización perspectiva de género
    • Composición paritaria de la plantilla laboral
    • Igualdad salarial
    • Servicio profesional de carrera con PG
    • Comunicación institucional incluyente y no sexista
    • Corresponsabilidad de vida laboral y personal
    • Prevenir y atender discriminación, acoso, hostigamiento y violencia laboral y sexual. Y seguridad integral.
    • Gestión de capital humano con perspectiva de género.
    • Capacitación en Perspectiva de género
    • Perspectiva de género en proveeduría y cadena de valor
  2. Planeación y gestión de la ciudad, en el ámbito público municipal, desarrollar y gestionar la ciudad con perspectiva de género desde un enfoque base de seguridad para las mujeres, considerando elementos urbanos, económicos, sociales y humanos. Considera siete elementos:
    • Mecanismos de coordinación integral de políticas públicas de igualdad de género
    • Planificación urbana que promueva movilidad segura e independiente, considerando necesidades de mujeres y hombres.
      • Red urbana
      • Infraestructura y equipamiento
      • Movilidad
      • Seguridad
    • Atención integral y coordinada de acceso a la justicia para las mujeres y familias.
    • Dinámicas sociales sanas
    • Monitoreo y evaluación de indicadores (espaciales) de igualdad de género en la población
    • Generación de condiciones de igualdad para la incorporación de la mujer a la economía.
    • Sistema de cuidados corresponsable para las familias.
  3. Arquitectura y equipamiento, en las instalaciones propias y espacios físicos administrados por el municipio, generar espacios seguros que brinden confianza y libertad.
    • Accesibilidad universal.
    • Espacios que favorecen la crianza corresponsable.
    • Espacios saludables y de bienestar.
    • Equipamiento para movilidad segura e independiente.
    • Diseño y gestión de espacios públicos que favorecen la seguridad, con perspectiva de género.

El reto es la adopción de este enfoque en los procesos de largo plazo de la gestión y planificación de la ciudad, mitigando su dependencia de la voluntad política de las personas tomadoras de decisiones de las administraciones locales.

Inteligencia artificial ¿perpetúa la brecha de género?

Por Zuria Romero

Actualmente, los sesgos de género, conscientes e inconscientes siguen estando profundamente arraigados en nuestra sociedad. Lo cual se sigue viendo reflejado en las estadísticas de desigualdad de género. 

Dentro de las empresas, los sesgos influyen directamente en nuestra toma de decisiones. Están presentes en la selección, contratación y retención de personal, en los ascensos, en las relaciones con clientes, en el reparto de funciones, en la estrategia de negocios, por mencionar algunos. 

Además, no contar con diversidad de género en las empresas, disminuye la posibilidad de tener rendimiento comercial competitivo y el impulso de resultados comerciales positivos. Igualmente, se perpetúa la segregación laboral en razón de género; se pierde la oportunidad de obtener mejoras en materia de creatividad, innovación, apertura y en materia reputacional. Una organización cuyos miembros funcionan a base de estereotipos no puede ser innovadora.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, ONU, sin la igualdad entre hombres y mujeres no habrá desarrollo, ni superación de la pobreza, ni reducción de las enfermedades, ni respeto generalizado de los derechos humanos. 

Ahora bien, hay que tomar en cuenta que hay diversos elementos que pueden reproducir y acrecentar sesgos de género, como las herramientas que utilizan las empresas.

La inteligencia artificial

En la última década la IA se ha transformado, no tanto respecto a lo que podemos hacer con ella sino en lo que la aplicamos. Esta fase inició en 2007 con la llegada de los teléfonos inteligentes. Pero la IA ha estado presente en la industria desde al menos la década de 1980.

La inteligencia artificial es fundamental para algunas de las empresas más exitosas como Apple, Microsoft y Amazon. Junto con las TICs (Tecnologías de información y comunicación), la IA ha revolucionado el acceso de personas de todo el mundo al conocimiento, y otras ventajas de la sociedad global contemporánea. 

La IA qué tanto reproduce los sesgos de género

Si la IA y la automatización no se desarrollan y aplican con perspectiva de género, de manera inconsciente, reproducen y refuerzan los estereotipos de género y normas sociales discriminatorias existentes. Un claro ejemplo son los servicios de asistentes personales virtuales (Siri, Alexa, Cortana) tienen nombres y voz femeninos de manera predeterminada.

Esto se relaciona con el estereotipo de que sólo las mujeres hacen los trabajos secretariales.

A partir de abril del presente año, Siri cuenta con la opción de cambiar la voz a masculino.

Los algoritmos también están impregnados de sesgos de género. De acuerdo con el World Economic Forum, el 74% de los profesionales en IA son hombres, esto significa que las experiencias masculinas configuran y dominan la creación de algoritmos. Las consecuencias pueden ser adversas para las mujeres en el acceso a empleos, préstamos, evaluación de riesgos en el sistema de justicia penal, entre otros.

Voice assistant technology with scientist holding transparent tablet digital remix

Un ejemplo concreto es lo que sucedió en Amazon en 2014; se estrenó un nuevo algoritmo para reclutar personal en sus almacenes. Esta herramienta puntuaba de una a cinco estrellas a los mejores candidatos. Gracias a la inteligencia artificial (IA) se ahorraba tiempo al departamento de RRHH. Pero un año después se dieron cuenta que en los puestos técnicos, como el de desarrollador de software, no se había contratado a ninguna mujer. ¿Qué ocurrió? Los datos masivos que sirvieron para alimentar el algoritmo de selección de personal se basaron en currículums recibidos en los últimos diez años, cuando la mayoría de los programadores eran hombres. Entonces, cuando el sistema automático detectaba la palabra ‘mujer’ o alguna similar, directamente lo penalizaba dándole una menor puntuación.

Las ventajas de los sistemas automáticos es que, además de poder trabajar de manera ininterrumpida, son incorruptibles, dedicados y obedientes. Pero mientras más se parezcan a la humanidad en sus predicciones, también podrán comenzar a perpetuar los comportamientos humanos, perdiendo una de sus principales ventajas sobre los seres humanos: no ser humanos. 

Las desigualdades de género siguen profundamente arraigadas en la sociedad y la cegada aplicación de algoritmos de aprendizaje automático corre el riesgo de propagar todos los sesgos presentes en el contexto original. Esto podría tener consecuencias alarmantes en muchos escenarios de toma de decisiones. 

¿Qué pasaría si incorporamos la perspectiva de género en la inteligencia artificial? ¿Y si traemos este tema a conciencia podremos modificar y masificar el impacto contrario, un impacto positivo? 

Las mujeres en la gestión empresarial: Argumentos para un cambio. Organización Internacional del Trabajo, 2019. Obtenido de: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—dgreports/—dcomm/—publ/documents/publication/wcms_700977.pdf

 La última década y el futuro del impacto de la IA en la sociedad. Joanna J. Bryson, BBVA, 2018. Obtenido de: https://www.bbvaopenmind.com/articulos/la-ultima-decada-y-el-futuro-del-impacto-de-la-ia-en-la-sociedad/

Afrontar el sesgo de género en la inteligencia artificial y la automatización. Surya Deva, Open Global Rights, 2020. Obtenido de: https://www.openglobalrights.org/addressing-gender-bias-in-artificial-intelligence-and-automation/?lang=Spanish

 Man is to Doctor as Woman is to Nurse: the Gender Bias of Word Embeddings. Tommaso Buonocore, Towards Data Science, 2019. Obtenido de: https://towardsdatascience.com/gender-bias-word-embeddings-76d9806a0e17

¿Por qué la inteligencia artificial discrimina a las mujeres? Ricardo Baeza-Yates, Think by SHIFTA, 2019. Obtenido de: https://medium.com/think-by-shifta/por-qu%C3%A9-la-inteligencia-artificial-discrimina-a-las-mujeres-18b123ecca4c

¿Por qué es tan importante para el desarrollo de un país que exista licencia de paternidad obligatoria?

Por Paola Bortoluz

En HSP existimos porque nuestro negocio es acompañar a las organizaciones a alcanzar el bono financiero que representa la igualdad. La cultura de desigualdad ha sido dinero dejado en la mesa de las empresas y los países. Desarrollo y crecimiento para todos y todas, desaprovechado.

Definitivamente ha habido avances en México y en el mundo, aunque a paso de caracol. Hoy, después de la pandemia, el reto es aún más grande. Toda conversación y compromiso que lleve hacia el cierre en las brechas de igualdad resulta entonces, no solo más relevante, sino urgente.

Un dominó. Todos hemos visto hipnotizados esos juegos y acomodos de fichas de dominó en donde al tirar la primera, se desata un espectáculo de formas que culminan con alcances lejanos y muchas veces increíbles. Pues, la licencia de paternidad obligatoria resulta exactamente eso. Esa primera ficha de dominó tan importante que desata que muchas cosas sucedan, para lo mejor.

La licencia de paternidad obligatoria es, al mismo tiempo, una protección a la maternidad y la crianza, y una protección a la igualdad en el espacio laboral. Además de ser un obvio instrumento de protección al derecho humano que el hombre tiene de participar y disfrutar de su paternidad, y al derecho de los niños y las niñas a recibir el mejor cuidado.

Y como la ficha de dominó protagonista, es muy importante que sea puesta en su justa medida y distancia. Así, las licencias de paternidad para convertirse en ese instrumento exponencial y tan relevante, debe cumplir con ciertas características si no, es fácilmente letra muerta. La ley debe considerar los siguientes puntos:

  • Población objetivo
  • Espectro de Duración
  • Características de Obligatoriedad
  • Período de obligatoriedad y período voluntario
  • Cobertura y protección salarial por período
  • Espectro de Protección laboral
  • Complementariedad con licencia de maternidad
  • Derecho a solicitar trabajo flexible al retorno

Hoy en día, a pesar de que en algunos países existe ya la licencia de paternidad, el diseño, o mal diseño de ésta es determinante para detonar su potencial en términos de condiciones de igualdad, y por lo tanto de rendimiento para las organizaciones y la economía. Recordemos que no es un tema de ser políticamente correctos ni amables, es un tema de productividad, competitividad y rendimientos. Acompañar a las organizaciones a integrar estos modelos y transformar la cultura colectiva es nuestra misión en HSP. Nos emociona el potencial que esto tiene para todas las personas, organizaciones y sociedades.

Lactancia materna y las empresas

Por Agueda Gon

La salud pública nos cuesta a toda la sociedad, muestra para ello revisa lo que pagas de impuestos en lo que consumes y lo que ingresas. Así también la pandemia por COVID-19 nos ha hecho más conscientes en la conexión e influencia que tenemos todo el planeta en la salud del resto de las personas. Las empresas y los hogares no son excepción cuando hablamos de la influencia de la salud pública y en esta que es la Semana de la Lactancia Materna nos centraremos en ese tema en particular.

La lactancia materna es un derecho humano y un elemento clave para el desarrollo de la primera infancia, un tema de salud pública, es por ello que se ha convertido en un factor indispensable en las políticas integrales de trabajo en su componente de corresponsabilidad empresas-hogares.

La lactancia materna reduce la morbimortalidad infantil, tiene relación positiva con el desarrollo cognitivo y niveles de escolarización, genera un apego seguro que contribuye a formar niños y niñas emocionalmente sanas, fortalece el sistema inmunológico y el desarrollo cerebral en la infancia. En las mamás tiene los siguientes beneficios: reduce los riesgos de desarrollar cáncer de mama y ovario, así como diabetes tipo 2, reduce el stress y la probabilidad de depresión post-parto.

La lactancia materna también es un tema económico, por cada dólar invertido en lactancia materna se generan 35 dólares en beneficios económicos, por lo que es económicamente rentable (IPC-IG y Unicef, 2020). En cambio, la no lactancia materna se asocia con pérdidas económicas por deficiencias cognitivas de alrededor de USD 12.1 mil millones al año, es decir 0.39% del PIB nacional. Y sobre todo, se podría generar USD 302 mil millones en ingresos adicionales a nivel mundial (OMS, 2020). En cuanto a economía familiar, se estima que se podrían ahorrar al menos $50,000 pesos mexicanos por hijo en los tres primeros años de vida.[i]

La Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea como esencial para la salud en la primera infancia que los primeros 6 meses de vida se brinde Lactancia Materna Exclusiva (LME), que sea complementario con alimentos a partir de ese momento y se continúe con lactancia materna (LM) hasta los dos años o más, hasta que la madre en relación a su bebé se decida. En México, solo el 28.3% de bebés menores a 6 meses recibió LME, 42.9% de los menores de 12 meses consumió fórmula infantil y 29% continuó lactando a los dos años de edad (ENSANUT, 2019), aún cuando esto representa mejoras, siguen siendo cifras bajas.

“La falta de un entorno laboral que apoye la lactancia materna es una de las principales razones por las que las mujeres no amamantan a sus hijos de acuerdo con las recomendaciones de la OMS y UNICEF.”

(IPC-IG y Unicef, 2020).

Y bien, en relación empresas-hogares:

¿Qué podría hacer un centro de trabajo para promover la lactancia materna?

  • Primero enterarse que los primeros seis meses de vida acorde a la ley mexicana[ii] deberán brindar dos reposos de media hora, espacio de lactancia o reducción de una hora de jornada de trabajo para promover la LME; también el impedimento de este periodo de lactancia está dentro de las consideraciones como violencia laboral. Y por lo menos en Estado de México y Nuevo León y [iii] es obligación de todos los centros de trabajo establecer salas de lactancia.
  • Licencias de maternidad y paternidad extendidas y pagadas, lo cual no solo promoverá la LM sino el apego seguro para el desarrollo emocional y social de niñas y niños.
  • Reforzar la obligatoriedad de la licencia de paternidad para incentivar que se involucren en el cuidado de sus hijos e hijas.
  • Flexibilidad en el inicio de las licencias de maternidad y paternidad.
  • Establecimiento de salas de lactancia acorde al modelo publicado por IMSS y Unicef, espacios higiénicos, privados, confortables, tranquilos y accesibles.
  • Brindar intervalos para amamantar o extraer leche en salas de lactancia hasta los 24 meses de edad.
  • Esquemas flexibles de horario para garantizar la LM.
  • Vinculación con redes de promoción y asesoría de lactancia, por ejemplo: La Liga de la Leche.
  • Campaña de comunicación para que los y las trabajadoras conozcan el posicionamiento de la empresa al respecto del apoyo a la LM, sus beneficios, ubicación y funcionamiento de las salas de lactancia y los lineamientos o programas que se tienen para apoyarla.
Imagen de modelo de salas de lactancia, de la Guía para el fomento de una cultura de
lactancia materna en los centros de trabajo: Instalación y funcionamiento de salas de lactancia, IMSS, STPS, Unicef, 2018.

¿Qué beneficios tiene para empresas-hogares?

En esta corresponsabilidad se da un ganar-ganar puesto que estas medidas generan:

  • Mayor probabilidad de consolidar la LME y LM, con ello reducir enfermedades de hijas e hijos en el mediano plazo.
  • Se reduce el ausentismo entre un 30 y 70% y disminuye la rotación, lo cual conlleva reducción de costos empresariales.
  • Disminuyen hasta en 35% las incidencias de salud.
  • Aumenta la retención de talento, mejora la satisfacción laboral y rendimiento del personal.
  • Las licencias paritarias logran poner en la competitividad por la empleabilidad en un contexto equitativo entre hombres y mujeres.
  • Contribuye al bienestar económico y emocional de las familias.

En conclusión, con la lactancia materna ganamos todas las personas, empresas y sociedad. Si bien es una decisión muy íntima y privada decidir hasta cuando ejercer la LM, también existen varios factores como la desinformación, falta de acompañamiento para lograr un proceso de lactancia óptimo para la primera infancia, falta de entornos laborales que lo favorezcan.

Insisto, las empresas son culturizantes y en el tema de Lactancia Materna no sería la excepción.  ¿Qué estas haciendo hoy en tu empresa para apoyar la LM?


[i] Estimación únicamente por consumo promedio semanal de una lata de leche de fórmula de 1.5kg por hijo, los primeros 2.5 años de vida.

[ii] Artículo 170 de la Ley Federal del Trabajo y Artículo 11 de la Ley General de Acceso a las Mujeres a una vida libre de violencia.

[iii] Artículo 12 de la Ley Para La Protección, Apoyo Y Promoción De La Lactancia Materna Del Estado De Nuevo León. Artículo 13 de la Ley Para La Protección, Apoyo y Promoción a La Lactancia Materna Del Estado De México.

La importancia del lenguaje inclusivo o la diferencia entre tampones y rastrillos.

Por Paola Bortoluz, CEO Her Safe Place

Ya sé que vivimos en una sociedad conservadora, y bajo el pretexto de que sabemos en dónde poner nuestros acentos y cuándo usar b ó v; también creemos que no hay nada mas que aprender en lo que se refiere a lo que aprendimos entre los dos y tres años. Es decir, cómo hablar.

Al mencionar la importancia de aprender a utilizar lenguaje inclusivo, me he topado varias veces, con mujeres inclusive, que me dicen que es ridículo e ignorante pretender utilizar “estudianta y estudianto”, o “atacanta y atacanto”. Por supuesto, coincido con ellas. Sería yo una “ignoranta” si dijera eso. Sin embargo, el lenguaje inclusivo no se trata de deshacer o romper las reglas gramaticales que, por cierto, a la par de famosas paredes, mucho mas defendidas que tantas mujeres golpeadas, pero eso es desviarme. Decía yo, coincido y, eso no es lenguaje inclusivo. Veamos entonces, ¿qué sí es? y ¿por qué importa?

El lenguaje incluye o excluye

Esto, no lo digo yo. El Parlamento Europeo hace ya un rato, 1980 para ser precisa, propuso el uso de lenguaje neutral y no sexista, de forma que ningún género fuera privilegiado o se perpetuaran prejuicios hacia alguno de ellos. Y es que, al parecer, utilizar un lenguaje inclusive o neutro no es un asunto de ser políticament correcto. El lenguaje refleja e influencía poderosamente actitudes, conductas y percepciones. Si no me creen, las mujeres casadas díganle a sus esposos que desde hoy, cuando hablen de su familia, digan “nosotras”, en vez de “nosotros”. Aquí entre nos, si lo logran me cuentan por que según yo, contrario a lo que uno se imaginaría, se siente “rebonito” escucharlo.

En fin, y más aún, cuando se asigna presupuesto a la compra de “artículos de tocador”, si no diferenciamos entre “artículos de tocador para mujer” y “artículos de tocador para hombre”, los tampones van a quedar fuera de la lista. Lo mismo le pasará a los rastrillos. Por supuesto, el faltante de ambos artículos puede ser una incomodidad, dependiendo de la edad de la persona. Aunque, a cualquier edad, no es lo mismo andar barbón, que no tener toallas femeninas. Sin material higiénico para atender la menstruación, la vida y el potencial de la mujer se ve afectado drásticamente.

Por otro lado y fuera del ámbito de la compra semanal, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial ONUDI, en sus propuestas de desarrollo industrial sostenible e inclusivo (ISID) tiene desde 1970 trabajando en el tema. Los parques industriales y las zonas económicas al ser fuentes de trabajopueden ser un importante acelerador para el desarrollo industrial sostenible y la reducción de la pobreza. En particular cuando de manera específica benefician de forma igual a hombres y mujeres.

Y es que fuera del ambiente corporativo, en los parques industriales puede sentirse el real compromiso de las empresas y las organizaciones hacia la igualdad de oportunidades y condiciones de trabajo. La adecuada planeación y desarrollo de estos espacios puede atender retos de infraestructura en zonas geográficas particulares, a la par de apoyar a mujeres emprendedoras y trabajadoras a superar barreras de entrada a los mercados de trabajo. Por ejemplo, a través de no solo atender sus necesidades prácticas en temas de cuidado de la niñez y seguridad, sino también a través de poner atención a sus necesidades estratégicas y propiciando relaciones igualitarias en términos de género.

Al igual que existen certificaciones de seguridad que los negocios le exigen a las desarrolladoras de naves industriales para sus trabajos de mantenimiento, también es posible exigir infraestructura en términos de espacios sanitarios, salas de lactancia, comedores, guarderías y equipamiento de seguridad. Estas inversiones, presupuestadas al utilizar unos lentes de perspectiva de género, con el uso del lenguaje inclusivo como herramienta, reflejan el compromiso de las organizaciones y las comunidades con el respeto a los derechos humanos y a estándares internacionales en las condiciones de trabajo. Al final, el objetivo es que tanto la infraestructura como las dinámicas respondan a las necesidades de hombres y mujeres por igual. Es decir, asegurando ambientes de trabajo seguros e higiénicos, opciones de transporte seguras, la disponibilidad de facilidades sanitarias apropiadas, facilidades de cuidado de la niñez, acuerdes flexibles de trabajo, entre otros. Beneficiando como cascada a todas las personas empleadas en las distintas empresas que hacen uso de las facilidades e instalaciones de un parque industrial.

Si crees que aprender acerca del uso de lenguaje incluyente y no sexista no tiene importancia, o crees que es algo que, como ya sabes hablar, ya también sabes hacerlo; piensa dos veces. No vaya a ser que compres un tampon para rasurarte, o mucho peor y con reales y serias consecuencias para variar, al revés.

¿Por qué importa el tema de violencia de género en las salas de juntas de las empresas?

Por Paola Bortoluz

Todos escuchamos sobre el tema de violencia de género y generalmente es un tema con el que nos relacionamos como algo que sucede “ahí afuera” a alguien. No en nuestras casas, negocios, organizaciones y muchas veces ni en nuestras comunidades.

La realidad es que así no es.

67 de cada 100 mujeres de mas de 15 años han experimentado algún tipo de violencia de género. 22% de la mujeres laboralmente activas han sido víctimas de violencia laboral. En julio de 2019 la CNDH publicó que el 80% de los trabajadores ha presenciado un acto de acoso laboral contra una persona colaboradora. La violencia laboral sería el tema lógico que le atañería a las empresas hoy en día, y de hecho algunas tienen iniciativas corriendo para atenderlo. Pero también existe la violencia familiar, la docente, la institucional, la violencia de la comunidad y bueno!  la terrible violencia feminicida.

Los costos de cada una de ellas podemos medirlos o no. Nadie siquiera sabemos cuántos huérfanos hay de la violencia feminicida.

Lo real es que vivimos en una cultura que ha normalizado y por lo tanto invisibilizado esta violencia. Pero resulta que no sucede ni impacta a alguien “allá afuera”. Tiene importantes costos sociales y empresariales. Y como sociedad y empresas, hemos hasta ahora sumido como hemos podido cada uno, consciente o inconscientemente, los costos de la misma.

Estudios del impacto en productividad de la violencia contra las mujeres, medida en términos de los costos relacionados con la disminución de rendimiento laboral y pérdida de días laborales, estiman pérdidas equivalentes al 6.46% del PIB en casos de Latinoamérica. La UNAM y SEGOB estiman, tan solo por violencia de pareja, costos sociales en México de 1.4% del PIB.

Las empresas representan comunidades importantes en número de personas, no sólo por pensar en sus empleos directos, sino en las familias relacionadas a esas personas y también la multiplicación de estos números si se piensa en los empleos indirectos. Todas estas, pequeñas o grandes comunidades son muestras del país en donde 67 de cada 10 de esas mujeras de justo esa comunidad, han experimentado algún tipo de violencia. De los varios y multifacéticos que hay.

Hoy nuestros empresarios y empresarias no son expertas en este tema. Sí son expertas en el desarrollo de negocios productivos, rentables, innovadores y sustentables. Personas expertas en lidiar con contratiempos de mercado, económicos, tecnológicos, climáticos, geográficos para cumplir con sus metas de negocio. De ahí la relevancia de los esfuerzos de indagación en las esferas de los negocios, en las salas de juntas.

La diferencia la hacemos todos y todas, y es importante hablar sobre este tema por que nos afecta a todos. Es importante hablarlo en todos los espacios. No tener información, ES tener información. No hay respuestas fáciles ni rápidas, como en casi ningún tema. Pero sí hay forma desde nuestros espacios personales de hacer una diferencia. Es imprescindible hablar sobre este tema para girar el enfoque de nuestra sociedad y nuestras organizaciones hacia uno más real y humano. Y que dicho sea obvio de paso, reconozca un costo escondido que impacta el desarrollo de todos.

El ambiente seguro desde la casa. El rol de los centros de trabajo.

Por Gabriela González Pulido, Experta en protocolos, Her Safe Place.

-La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima- Elie Wiessel (1928)

Si de ambientes seguros hablamos, nuestras casas deberían de ser estos lugares. Sin embargo,  la realidad no es así. La violencia dentro de los hogares es una de las formas de abuso más frecuente en nuestra sociedad mexicana de parte de cualquier miembro de la familia sobre otro. El compartir el tiempo, los espacios y los recursos, no siempre resulta en una buena convivencia.

Siempre que se consultan las estadísticas, el número de casos va en aumento. En el 2019 la ahora Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México reportaba más de 7,500 carpetas de investigación por delitos relacionados con la violencia doméstica: amenazas, lesiones, tentativas de homicidio y feminicidio entre otros. Estas conductas deleznables nunca se manifiestan de forma única o aislada, sino que desafortunadamente forman parte de los eslabones siguientes en la cadena de violencia entre agresor y víctima, así como entre otros miembros de la familia. Ello exige una intervención oportuna para detener esta terrible escalada.

Ahora bien, dentro de la estructura social habrá que identificar los puntos de inflexión para abatir la forma en cómo se detonan estas conductas que laceran a todos los integrantes de la comunidad. En efecto, ante la crisis de credibilidad hacia las instituciones de gobierno que se encargan de prevenir y sancionar la comisión de este tipo de conductas delictivas, la sociedad civil en un papel proactivo puede fungir como catalizador para ponderar los daños, verificar incidencias y erradicar de origen las mismas.

Durante mucho tiempo se decía que el poder más importante era el del Estado, ya que contaba con toda la infraestructura para hacerlo valer. Efectivamente y sin restarle esta facultad de mando, resulta natural que por muy diversas razones la sociedad se venga organizando para alcanzar sus objetivos. Ejemplos tenemos muchos, la sociedad en sus distintas manifestaciones se sigue organizando de manera natural o inducida por sus iguales. Los objetivos son claros a fin de transmitir conocimientos o información e incidir en la propia comunidad de muy distintas maneras. Contundentemente la sociedad se encuentra más cercana y sensible a los conflictos a través de las familias, las escuelas y los centros de trabajo. El olvidar estas estrategias sería abandonar el camino ya andado por los diferentes grupos que con un propósito fijo han avanzado en beneficio de la comunidad. Ser indiferente no es la opción.

Así, centros de educación (escuelas y universidades) y centros de trabajo deben continuar con su labor como medios de control des formalizados, pero con gran poder de incidencia como detectores de problemáticas tan graves como son los conflictos por violencia dentro de los senos familiares. Al referirnos al circuito económico fundamental, los centros de trabajo públicos como privados y las familias tienen una interrelación semiótica que debe ser explotada para beneficio de cada una de las personas que integran esta inercia.

Ahora bien, a raíz de estas nuevas formas de organización laboral que vendrán desarrollándose a partir de “la cuarentena” por la pandemia del COVID-19 que estará ocupando por lo menos el primer semestre del 2020, las empresas tienen una función social en la estructura como catalizadores de lo que sucede con las familias de sus trabajadores. Esta magnífica coyuntura debe aprovecharse a fin de detectar de manera oportuna todos estos factores que inciden en lo que sucede al interior de las familias que forman sus organizaciones. Más allá de que tanto la Ley Federal del Trabajo, el Reglamento de la Ley del Trabajo, el Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo, así como diversos instrumentos internacionales, existe el campo fértil  para informar a la comunidad que la convivencia familiar a la que no estamos acostumbrados como sociedad, produce signos inequívocos de violencia psicológica, económica, patrimonial y física desde sus manifestaciones más cotidianas hasta la grave comisión de hechos delictivos que atenten contra la integridad física y sexual de las víctimas.

Se ha abierto un camino de comunicación entre los centros de trabajo y las familias. El autocuidado, las medidas de higiene, las guardias laborales, el hacer sentir la importancia de trabajadoras mujeres y hombres que a pesar de la contingencia sanitaria tienen que cumplir con sus funciones indispensables para el sostenimiento de la estabilidad económica y social de sus familias y de su comunidad, entre otras.  Este canal de comunicación debe conservarse bajo el máximo aprovechamiento; de aquí que resulta de trascendental importancia la intervención de los centros de trabajos como aquellos mecanismos de contención, sensibilización y transmisión de las consecuencias a fin de aprovechar mediante acciones tendientes a la erradicación de una de las prácticas más aberrantes en nuestra sociedad como la violencia intrafamiliar, enarbolando una estrategia de correspondencia asertiva de beneficios para todas las partes involucradas. Démosles a las familias las herramientas para propiciar estos espacios seguros que demandamos más allá de la puerta de nuestros hogares. Ser indiferente no es la opción.


Soluciones fuera de la caja en tiempos del coronavirus: la perspectiva de género en las empresas.

Por Paola Bortoluz.

Ciudadanos y empresas viviremos las consecuencias de las políticas que nuestros gobiernos decidan. Pero ¿qué rol podemos jugar en lo personal, en lo profesional, para atender este gran reto?

Las crisis se atienden con liderazgo, equipo e información clave. ¿Cómo podemos asegurarnos que esos ingredientes se encuentran en nuestras políticas, en las decisiones que tomemos en nuestras organizaciones?

No hay referencia en la historia de una situación semejante, no hay generación a la cual voltear por consejo, no hay libro de negocios que analice este caso. Y, sin embargo, la posibilidad para la innovación, para crear equipo, para asegurar que uno tiene el mejor liderazgo a su disposición tiene años tratando de hacerse oír. Hace marchas anualmente cada 8 de marzo.

En este momento tan crítico podemos elegir entre dos caminos completamente contrarios en sus consecuencias y resultados. Nos encerramos en la reacción rápida a partir de los “cómos” que ya conocemos, o tomamos un respiro y nos concentramos en la creación de algo nuevo.

Estamos en una coyuntura cuyo futuro probable, casi seguro será de una inequidad mayor, de una pérdida en el bienestar, en el nivel de vida general de la población y por lo tanto, como siempre, aún peor de la población y los grupos más vulnerables. Nos quedamos como país en un impasse, en el que las mujeres salieron a la calle para exigir seguridad y luego callaron, se escondieron, con un costo de más de 35 mil millones de pesos en un día, por decidir no jugar al juego de siempre y hacer sentir su peso en la economía.

Hoy la fatalidad nos obliga a dejar de jugar juntos al juego de la economía, con un gran costo para todos. Números alegres estimaban hace dos semanas una caída del 2% del PIB global para el 2020. Las consultorías se pelean el lugar del más negativo llegando a estimar hasta en 15% la caída en el siguiente trimestre para México. Mientras los gobiernos de otros países, ya enlistan las drásticas medidas que tomarán, aquí estamos a la expectativa. Lo que no está en nuestras manos es grande. Dejémoslo ir y concentrémonos en lo que sí está en nuestras manos.

Qué tal que; hoy, sí justo hoy, en medio de la crisis, ¿tomamos decisiones para todos y todas? Integramos una real perspectiva de género a nuestras decisiones críticas. Hacemos algo nunca visto. Si tan sólo se eliminaran las brechas de género actuales en la participación laboral, horas trabajadas y representación dentro de cada sector, existe una oportunidad para el crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina de US$2.600 billones en 2025, acorde un estudio de la consultora McKinsey.1 Consideremos que si en momentos normales existía ese potencial, hoy definitivamente integrar una perspectiva de género nos ofrece un margen. En el momento de las medidas más radicales y en la crisis más profunda de la historia moderna, sin bombas de por medio, podemos plantear soluciones fuera de la caja.

Es hoy cuando hay que cuidar a las familias, es hoy cuando hay que estructurar- por la fuerza- esquemas flexibles de trabajo. Es justo hoy que al organizar los turnos y los equipos de trabajo tenemos que considerar las vulnerabilidades de cada colaborador, verlos de una manera integrada, como la unidad que forman con su pareja, hijas o familia, con la exposición diaria en transporte público, con su situación de salud general, con su estado de salud mental. Si no estás considerando esas variables para la creación de tus equipos clave, estás dejando fuera lo más relevante. De hecho, lo hemos dejado fuera siempre, este sistema lo ha dejado fuera siempre. Hoy, la calamidad nos fuerza a integrarnos, a vernos en nuestra humanidad completa con todo el espectro de nuestras vulnerabilidades. Y solo viéndolas y atendiéndolas, seremos más fuertes y sobre todo en estos tiempos; resilientes.

Es hoy cuando nos daremos cuenta que, cuidando el ingreso de nuestros colaboradores, podríamos estar cuidando el ingreso de nuestras organizaciones. Es hoy cuando podemos finalmente pensar colectivamente, tomando decisiones individuales. Es hoy cuando podemos construir una comunidad real, que atienda la seguridad de todos y todas, y llevarla a un nivel tal, que atienda la seguridad misma de nuestra organización.

Porque todo pasa, eso es seguro. Y la mayoría en lo individual saldremos de ésta. Las organizaciones que sobrevivan, que serán las grandes por seguro, tendrán que lidiar con un nuevo mundo y todos recordaremos quienes fueron en medio de este conflicto. ¿Mantuvieron acaso sus fondos de recompras de acciones antes que apoyar a sus empleados? ¿Seguirán siendo los bancos y los mercados financieros los que guíen las economías o quedarán los gobiernos resentidos por su falta de apoyo en los momentos más oscuros? ¿Construiremos una economía humana, finalmente? Si el túnel se visualiza tan oscuro, prendamos una luz por lo pronto.

Seamos responsables. Ya todos tenemos la información necesaria. En tiempos de crisis y los posteriores a ésta, la pobreza de mujeres y niños se dispara, la violencia contra mujeres y niños se dispara, ¿tendremos más de eso acaso? Ya sabemos que en nuestro país no todos tienen acceso a lavarse las manos, ¿ya entendimos que estamos todos conectados? Para mal, pero también para bien y mejor.

Liderazgo y solidaridad. Eso esperamos de nosotros mismos para cruzar este trance. ¿Cómo se traduce eso en mi organización? Si crees que lo tienes, considera por un minuto que tal vez no. Considera que el mundo sería diferente si fuera la norma. Y si tu organización es extraordinaria, llévala aún a otro nivel. Lleva el liderazgo y la solidaridad a otro nivel. ¿Son los valores con los que estás tomando hoy decisiones?

Hoy más que nunca considera, lo que jamás has considerado importante. Integrar una perspectiva de género a tu cultura, a tu toma hoy de decisiones fortalecerá las mismas y quizá, seguramente tendrás otros resultados. En un momento tan oscuro, ¿de verdad nos podemos dar el lujo de dejar esos puntos ciegos sin atender en la mesa? O, ¿es momento de respirar, y escuchar?

1 “The Powerof Parity. How advancing women’s equality can add $12 trillion to global growth”, Mckinsey, 2015.